En la misma línea de lo que plantea el Grupo Operativo Huella Social, en este artículo se analiza cómo la pandemia ha acelerado la transformación digital de las empresas y cooperativas agroalimentarias
El comercio electrónico y la venta online se han multiplicado como consecuencia de los nuevos hábitos de consumo y los cambios que han provocado las restricciones sanitarias y de movilidad, sobre todo con el cierre, y la consecuente crisis, del comercio en general y del canal horeca en particular durante la pandemia. Pero la digitalización va mucho más allá de hacer una página web para la venta online, de la robótica en los sistemas de regadíos en fincas agrarias, de los collares digitales para la alimentación del ganado o de la automatización de las salas de ordeño. Ahora la verdadera revolución en la transformación digital es en la gestión, comercialización y venta de productos alimentarios para reflejar la trazabilidad, sostenibilidad y seguridad alimentaria.
Las cooperativas y empresas ya disponen de herramientas que están cambiando el modelo de gestión de toda la cadena agroalimentaria; el desarrollo del “Business Intelligence” o inteligencia del negocio, la utilización del blockchain en la trazabilidad de alimentos, el big data en la seguridad alimentaria, los códigos QR, las plataformas digitales, las estrategias SEO y PPC, los planes de comunicación. Son todas herramientas tecnológicas que deben ser aliadas del sector productivo para poner en valor la producción de alimentos saludables en un sector estratégico que se reinventa para mantenerse y posicionarse de cara a los nuevos consumidores.
¿Qué es el Business Intelligence y qué aplicaciones tiene en las empresas agroalimentarias?
El Agribusiness intelligence, o inteligencia del negocio agroalimentario, es el uso eficiente de la información y el análisis de datos generados en el negocio para analizar y evaluar estrategias e inversiones, y tomar decisiones estratégicas en la empresa (producto, consumo, venta, promoción, tecnología en las producciones, seguridad alimentaria, certificaciones, logística, distribución, marketing).
Un proyecto de Business Intelligence trabaja con la empresa en la información generada por el negocio en su actividad diaria para, a través de herramientas de almacenaje, extracción y tratamiento, transformar esos datos primarios en conocimiento e información útil para evaluar el negocio (medición real y objetiva del retorno de la inversión, mejora en la focalización de los esfuerzos y presupuestos asignados, comparación directa del rendimiento de ventas y del esfuerzo realizado en marketing, mayor precisión en la identificación del target, mejora de la productividad, etc.), y así poder tomar decisiones para la mejora del negocio.
¿Qué utilidad tiene el blockchain en alimentación?
El blockchain, que ya se está aplicando en España en diferentes subsectores en agroalimentación, está suponiendo una gran aliada en reflejar la trazabilidad de los alimentos desde el origen de su producción hasta el consumidor final de cara a informar de la “historia” de los productos (a través de los códigos QR) y poner en valor las buenas prácticas agrarias, la sostenibilidad medioambiental, el bienestar animal, la seguridad alimentaria y, sobre todo, el valor nutricional de los productos, favoreciendo la lucha contra el fraude y, al menos en parte, la lucha contra las fakenews.
Además aporta numerosas ventajas de cara a la gestión en organizaciones, empresas, cooperativas o marcas de calidad, en cuanto al tratamiento y uso de datos internos del negocio (proveedores, logística, distribución) lo que supone una agilidad y ahorro de costes en transacciones, sobre todo de cara a la certificación internacional para la exportación. El blockchain asegura una fiabilidad real de los datos a lo largo de toda la cadena de suministro.
Como estrategia de empresa, el blockchain ofrece numerosas ventajas de diferenciación y supone un posicionamiento de venta en productos agroalimentarios. Un sistema que aporta gran valor añadido de cara a productores y distribuidores, pero sobre todo al consumidor final, cada vez más interesado por la calidad nutricional de los alimentos, su origen y el proceso de producción.